Cuenta la historia que el primer plástico tuvo sus inicios en Estados Unidos, en 1860, cuando se ofreció un gran premio para quien pudiera sustituir el marfil para fabricar bolas de billar, el plástico revolucionó la vida de la humanidad, ya no se tenía que recurrir a la grasa para hacer impermeable las ropa y los calzados, las aplicaciones del plástico son virtualmente infinitas desde piezas de recambio para aparatos electrónicos, eléctricos e industriales, como aislantes, protectores, fundas, amortiguadores, hasta componentes del sector construcción como tuberías, impermeabilizantes, aislantes y vidrios, tan fantástico su uso que el mundo se prendó rápidamente de él.
Existen principalmente seis tipos de plásticos que son: termoplásticos, termoestables, plásticos amorfos, plásticos semicristalinos, homopolímeros y copolímeros.El mundo se inundó de plástico, hoy lo vemos por todos lados, desecho no biodegradable que contamina el aire, el suelo, las vertientes, el agua que bebemos, la que se usa en la agricultura, industria y el comercio, aún en las fosas abisales se ha encontrado plástico.
Las grandes urbes producen millones de desechos plásticos, la quema de estos produce toxinas que nos acarreará enfermedades como cáncer, alteraciones reproductivas, afecta el sistema inmunitario, producen daños irreversibles al sistema nervioso, hígado, riñones y cerebro.
Los alcaldes de las metrópolis se quejan que en tiempo de lluvia hay inundaciones en los barrios y colonias porque las alcantarillas de aguas lluvias están repletas de basura entre ellos desechos plásticos que sirven como tapón al desagüe provocando que las aguas no fluyan a los vertederos correspondientes sino que siguen sobre las calles provocando inundaciones y con ello perjuicio a la humanidad, las quejas son anuales, los mercados de Comayagüela se inundan porque los locatarios utilizan los drenajes de aguas lluvias como basureros y esto les trae las consecuencias antes mencionadas.
Es de comenzar a legislar que para el año 2030 no deba circular por nuestra patria ningún producto plástico, se deberá volver a la bolsa de papel que están hechas con papel de estraza, un tipo de material reciclable y ecológico, y los tamaños difieren según la cantidad de papel utilizado.
Deberá existir una campaña exhaustiva que comience desde prebásica hasta la universidad, donde se demuestre que la utilización de productos de plásticos nos acarrea daños ambientales y a la salud a través de los medios de comunicación mientras que en la Secretaría de Salud se deberá abrir una oficina que trate este problema a fondo, que haga supervisiones a las diversas empresas y negocios imponiendo multas, hasta que la concientización sea tan efectiva que ningún río, quebrada, lagos, lagunas o mares tengan desechos tóxicos provocados por el plástico.
Sino se actúa desde este momento y nos hacemos necios al final cantaríamos aquella estrofa del Himno al Pino: “y entre bolsas de plástico es que llevan nuestro cuerpo ya muerto al panteón”.