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2022-09-09 18:16:07 By : Mr. frank lin

Los plásticos entregan un inmenso aporte a la producción: protegen contra los eventos climáticos, disminuyen la aplicación de agroquímicos, conservan forrajes y alimentos ganaderos, optimizan el uso del agua, por nombrar solo algunos beneficios. Aunque la agricultura representa menos de un 4% del consumo mundial, cada año integra más de 12 millones de toneladas de este insumo a los campos. La tarea más exigente hoy es manejar ese enorme volumen sin que se transforme en un agente contaminante. Ya hay importantes avances. En las líneas que siguen, un vistazo a lo que está ocurriendo en el mundo, con énfasis en Iberoamérica.

El uso de plásticos se considera una de las herramientas claves en el agro, especialmente para hacer frente a los desafíos del cambio climático. De ahí el gran interés del 16º Congreso Internacional de Plasticultura, realizado en Concepción, Chile. En el evento participaron expertos de Francia, España, China, Israel, Estados Unidos, Canadá e Iberoamérica. La organización estuvo a cargo de Centro de Investigación de Polímeros Avanzados (CIPA), junto al Comité de Plásticos en la Agricultura de Chile y el Comité Iberoamericano para el Desarrollo y Aplicación de los Plásticos en Agricultura (CIDAPA).

Hello Castellón, presidente de CIDAPA.

El venezolano Hello Castellón, presidente de CIDAPA, destacó que a nivel mundial la plasticultura constituye un gran aporte ante fenómenos de creciente incidencia, como la sequía, heladas, granizo, tormentas y la aparición de nuevas plagas. Sin embargo, al mismo tiempo debe enfrentar retos que le son propios, sobre todo relacionados con la disposición de los desechos, la práctica inadecuada de quemarlos y la presencia de microplásticos residuales en los campos o en las aguas. La gran meta mundial, subrayó, es llegar a cero plásticos indeseados en la naturaleza.

Haciendo un análisis a nivel planetario, Castellón refirió que la producción total de plásticos vírgenes (sin contar aquellos provenientes del reciclaje) se situó en 367 millones de toneladas (t) en 2020. En ese año se verificó un retroceso de 1 millón de t respecto de 2021, rompiendo una tendencia al crecimiento del orden de 10 millones de t anuales. La explicación se encuentra en la fuerte entrada de materiales reciclados, con más de 15 millones de t. La agricultura representa un 3,5% del consumo mundial, con 12,8 millones de t (figura 1), principalmente de polietileno y polipropileno.

Figura 1. Participación (%) de la agricultura en el mercado mundial de plásticos. 2020. Fuente: Grupo de Estudios de Mercado de PlasticsEurope (PEMRG) y Conversio Market & Strategy GmbH.

Alberto Stavisky, presidente del Comité Argentino de Plásticos para la Producción Agropecuaria, CAPPA, lista los usos más relevantes en esta área productiva: invernaderos, túneles, mulching o acolchado, cobertura, solarización y desinfección de suelos, geomembranas, mallas y redes, mantas flotantes, sistemas de riego, envasado, mantas y bolsas para conservación de granos y forrajes.

Se trata de una variedad de instrumentos, dentro de los cuales la mayor demanda se orienta al acolchado y a los cultivos protegidos. Hello Castellón distingue tres grandes áreas de desarrollo en el mundo: América, Europa y Asia Pacífico. África avanza también, pero en menor cuantía. Como se aprecia en la figura 2 (página 22), el gran peso de la plasticultura se encuentra en Asia-Pacífico. Y sobre todo en China, como remarca el presidente de CIDAPA:

–Tiene más de 20 millones de hectáreas (ha) con mulching, prácticamente toda la superficie cultivable de México. Y en invernaderos superan las 3 millones de ha.

Figura 2. Situación actual de los cultivos protegidos y acolchado a nivel mundial.

La experiencia del gigante asiático resulta aleccionadora en sus éxitos y también en sus problemas:

–En la década de los 70 empezaron a utilizar la plasticultura para poder vencer la pobreza en el campo. Optaron por usar películas muy delgadas para el acolchado, entre 8 y 12 micrones, muy económicas y que permiten abarcar una superficie mayor con rollos de un mismo peso. Les fue muy bien, y por 30 años no tuvieron problemas. Pero no se preocupaban de recoger las películas que quedaban en el campo, las cuales después de algunos meses eran degradadas por la radiación ultravioleta. Sus fragmentos se reducían tanto que llegaban a ser invisibles. Eso no quería decir que hubieran desaparecido. Estaban ahí, y se dieron cuenta de que había una incidencia de los microplásticos en la estructura del suelo, afectando el drenaje, dificultando el desarrollo de las plantas e impidiendo la distribución de la humedad en el bulbo hídrico. La productividad disminuyó a un nivel que los llevó a tomar medidas fuertes, como la prohibición de fabricar películas de menos de 15 micrones y de usar bolsas de plástico delgadas. Ahora están impulsando el mulching con materiales biodegradables. Y, como otro objetivo para los próximos 3 años, incursionarán en alta tecnología de invernaderos verticales, sobre todo en zonas periurbanas, de manera de que las ciudades tengan provisión de alimento cercano, reduciendo el transporte y ahorrando combustible.

En el congreso, Yan Changrong, de la Academia China de Ciencias Agrícolas y presidente del Comité Internacional para Plásticos en Agricultura, manifestó:

–Los plásticos son muy importantes para mi país y pienso que también lo son para las naciones en desarrollo. No obstante, los residuos plásticos en el campo son un problema crítico, que ha causado gran daño ambiental. No puede ser ignorado y debe ser controlado. Los microplásticos destruyen la estructura del suelo, obstruyendo el crecimiento del cultivo, dificultan las operaciones de manejo, generan contaminación visual, aumentan la necesidad de mano de obra. Además, disminuyen la calidad de los productos e incrementan la necesidad de insumos. Los animales que comen alimentos contaminados con microplásticos tienen una menor tasa de crecimiento y mayor mortalidad.

–¿Cuál es la situación de la plasticultura en Iberoamérica?

–España se encuentra a la cabeza –señala Castellón–, con más de 75.000 ha de cultivos protegidos (figura 3, página 24). Latinoamérica alcanza unas 188.000 ha, ocupando México el primer lugar. Según cifras que tuve justamente ahora en el Congreso, ese país ya está cerca de las 60.000 ha, en gran parte por la necesidad del mercado de EE.UU. de recibir ciertos frutos en épocas en que ellos no pueden cultivarlos. Le sigue Brasil que, dicen, tendría 35.000 ha, aunque posiblemente se aproxime a las 40.000, porque no es fácil llevar la estadística en un país tan grande. A continuación vienen Colombia, Argentina, Chile y Ecuador, en ese orden. El caso de Colombia y Ecuador es interesante, porque la plasticultura surge en una geografía muy particular, que son Los Andes tropicales. En dicha zona la temperatura se ve disminuida por la altura. Allí se encontró un lugar ideal para cultivar flores que no son propias del trópico. A mediados de los años 60 empezaron a utilizarse invernaderos para producción de flores en la sabana de Bogotá, a 2.600 metros sobre el nivel del mar (msnm). Luego se extendieron a Medellín y al área cercana de Río Negro. Hoy existen alrededor de 7.000 ha de flores. El caso de Ecuador es muy parecido.

Figura 3. Superficie de cultivo protegido en Iberoamérica (hectáreas). Fuente: CIDAPA 2021.

–La cifra de Perú parece un poco baja.

–Perú está escalando posiciones en la estadística de cultivo protegido. En la sierra, en Caraz, el Grupo Athos impulsa el proyecto de arándanos bajo invernadero más grande del mundo, a más de 2.300 msnm, entre la Cordillera Blanca y la Cordillera Negra. Ya hay más de 400 ha bajo plástico, pero llegarán a 1.000 en 2024. En el departamento de Lambayeque la irrigación Olmos suma unas 12.000 ha de arándanos, no bajo invernaderos, pero sí con acolchado y riego por goteo, porque es un desierto. Así se evita el problema de las malezas y se obtienen cultivos limpios, incluso producción orgánica. Y los números seguirán aumentando cuando se complete otro proyecto importante en Arequipa que va a incorporar 38.000 ha adicionales [Majes Siguas II].