“El Papito” y “Manny” son los encargados de tener todo listo para que funcione la maquinaria de los Diablos Rojos del México en cada gira

Veracruz- Es la 1 de la tarde del domingo 14 de agosto (cinco horas antes de que se cante el playball del Juego 4 de los Playoffs) y en el Estadio Beto Ávila de Veracruz ya estaban trabajando al cien Oscar Mora y Manuel García.

En cada gira de los Diablos Rojos del México, “El Papito” y “Manny” se convierten en los caballos de hierro del dugout escarlata, ya que son los encargados de tener en su lugar todas las piezas que se necesitan para hacer funcionar la maquinaria.

Cuando el equipo llega al estadio visitante para comenzar la práctica, todo lo que se necesita ya está en su lugar. La ropa de práctica, los uniformes de juego, los bats, los arreos, las pelotas de arrastre, los cascos, las guanteletas, todo está preparado en su sitio, listo para usarse en ese momento y en el juego.

Durante el duelo, “Morita” y “Manny” no pierden de vista lo que sucede en el campo, mientras corren para ayudar en lo que se necesita, como recoger los bats y las protecciones de los bateadores, suben y bajan las escaleras del dugout una y otra vez y hasta dan indicaciones a los corredores que se enfilan al home plate, cuando se presenta un batazo oportuno.

Cuando cae el out 27, el juego no termina para ellos, porque son los encargados de que todos los instrumentos que se usaron en el juego regresen a sus maletas y que la ropa que se usó salga del estadio para pasar por la lavandería para estar lista para el juego del día siguiente.

“Todo me gusta. Todo lo disfruto, obviamente más cuando ganamos o cuando somos campeones”, confesó Mora mientras acomodaba varias maletas en el interior del clubhouse visitante del parque veracruzano.

Desde niño Mora ha estado muy cerca del equipo ya que su papá, Don Antonio “El Abuelo” Mora, era el bat boy de los Diablos. Así, fue en 1999 cuando decide entrarle de tiempo completo a esta profesión. En 2003 fallece su papá y un año después él hereda gustosamente esta responsabilidad dentro del equipo, que hoy lo tuvo en Veracruz cumpliendo cabalmente como caballo de hierro.

«En gira se complica más, ahí tenemos más cosas que hacer, como mandar a lavar uniformes, limpiar los spikes, acomodar la ropa y maletas; llegamos al estadio unas dos horas antes que los jugadores para que todo esté listo para ellos», detalla Mora.

A su lado trabaja con la misma intensidad Juan Manuel García. “Manny” llegó al béisbol en el 2012 cuando trabajaba cargando sacos de cemento en la obra de la Academia del Béisbol del Pacífico, donde lo vieron trabajar y lo invitaron a unirse al equipo de los Leones de Yucatán. Y gracias a su trabajo, llegó a los Diablos en el 2019.

“La convivencia (con los miembros del equipo) es lo que más disfruto”, respondió Manny a la pregunta, ¿qué es lo que más te gusta de tu trabajo? “Dicen, ‘disfruta hoy porque mañana quién sabe, y eso es lo que hago’”.

“Manny” sonríe con cada broma que le hacen los jugadores o los coaches, quienes día a día reconocen la entrega que muestra en su trabajo como caballo de hierro.