La escapada de nieve perfecta para decir adiós al invierno

2022-03-03 06:22:26 By : Mr. Andy Zeng

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Un hotel de lujo a pie de montaña, los mejores dim sum de Andorra, el masaje más reconfortante, el local imprescindible para el Après Ski y más de 210 kilómetros de pistas. Así es el paraíso de los Pirineos y estos son los tips para que lo disfrutes al máximo.

Entramos en la recta final del invierno. Y no hay un plan mejor para decirle adiós a los días de frío que organizar una escapada a la nieve. Pero no hablamos de una cualquiera. Amantes de las actividades y de los deportes de nieve, y enamorados del paisaje de montaña invernal y del après ski: Andorra es el paraíso para todos vosotros. Y estos son los place to be imprescindibles para exprimir al máximo vuestra próxima visita al principado pirenaico.

Puede presumir de ser la estación de esquí más extensa de los Pirineos, con más de 210 kilómetros de pistas y un montón de opciones fuera de ellas para los que buscan la adrenalina de las bajadas más naturales y salvajes. Pero, además de ser un lujo para los amantes del esquí o el snow , Grandvalira también es un lugar perfecto para realizar otras actividades como: raquetas, motos de nieve, mushing -paseos en trineo arrastrados por perros-, o lanzarte por un tobogán de 555 metros de bajada en el sector de Canillo. ¿Un consejo? Apúntate a las Top Class de su escuela de esquí; sesiones individuales con las que alcanzarás el nivel de experto en tiempo récord.

Es una parada obligada para hacer un descanso entre bajada y bajada, para disfrutar del aperitivo en su terraza a pie de pista, pero, sobre todo, para disfrutar de su deliciosa propuesta gastronómica y, por supuesto, de sus vinos. Porque este restaurante tipo bistró es una extensión de la clásica bodega Jean Leon, ubicada en el Penedés. Entre sus propuestas destacan la selección de embutidos y quesos de primeras marcas, las conservas premium, y sus greast hits: los cortes nobles de carne y las verduras y productos de temporada a la brasa.

Un cuatro estrellas renovado con un gusto exquisito, situado en un enclave privilegiado. Tanto por las vistas a la montaña que ofrece desde todas sus amplias habitaciones y suites de estilo rústico, como por su ideal ubicación para realizar todas las actividades de nieve y cualquier gestión necesarias en tu visita a Grandvalira. Situado en el sector de Soldeu, se encuentra a pocos minutos del telecabina para subir a pistas y a escasos metros de las oficinas para gestionar tu forfait y contratar tus clases. Además, el hotel dispone de tienda para alquilar todo el equipo necesario para tus actividades en la nieve, taquillas guardaesquí en el propio edificio y un servicio de transfer hasta el telecabina de Soldeu desde primera hora de la mañana hasta el cierre de pistas. Por si esto fuera poco, el hotel cuenta con un espacio de spa y wellness, una terraza exterior abierta los días de sol de 12:00 a 00:00 horas para saborear un champagne o un coctel, y la joya de la corona: el restaurante KAO. O lo que es lo mismo, los mejores dim sumde Barcelona y, ahora, de Andorra.

Esta es la primera aventura internacional del Grupo Kao, pioneros de la gastronomía china en la ciudad condal desde los años 60. Y en ella se fusiona lo mejor de la cocina tradicional del gigante asiático con los toques de vanguardia que aporta la entrada en el negocio de la segunda generación de la saga Kao. Un viaje apasionante al otro lado del globo terráqueo a través del paladar y gracias a platos imprescindibles como los langostinos a la brava, el xialong bao, los dumplings de edamame y trufa, los jiao zi de pollo, el roll vietnamita, gambas y setas, el calamar con soja picante y su clásico pato pekín. Y, si eres de los que guarda sitio para el postre, no te pierdas sus mochis de té verde o los de chocolate blanco con frambuesa. Querrás repetir.

Uno de los clásicos de Grandvalira que vuelve renovado y que se ha colado entre la lista de los locales más cool. Las razones son muchas, y de peso. Su exquisita arquitectura y diseño, orquestado por David Alayeto, del estudio Dream Up Design, que te harán sentir en una lujosa cabaña de montaña de lo más cálida y chic; sus 2.000 metros cuadrados de superficie repartidos en dos plantas y una terraza que ya es el punto imprescindible para disfrutar del après ski; y su oferta gastronómica, que abarca desde el desayuno a las cena apostando por los productos de temporada y proximidad. Entre nuestras recomendaciones: unos entrantes a base de sobrasada, queso Comté y brie trufado; un segundo pase con espárragos con crema de parmesano, la tortilla abierta de temporada, y el tartar de salmón con huevo frito; un principal como los tacos de costilla de cerdo deshuesada, el tiradito de lubina al carbón o el sashimi de atún rojo; y, para rematar, obligatoria, su tarta de queso deconstruida.

Un spa que no tiene nada que ver con un spa. Así se presenta Caldea. Y así es. Inaugurado en 1994, presume de ser el spa termal más grande del sur de Europa. Situado en Escaldes, cuenta con un privilegio natural: las aguas termales que surgen de la falla ubicada en el subsuelo de la parroquia. Y lo han sabido aprovechar para crear experiencias de ocio y bienestar que rompen con todo lo visto en los balnearios tradicionales. Cuatro spas temáticos con instalaciones interiores y exteriores -mención especial para Inúu, el only adults en el que vivir una experiencia de lo más relajante-; spas privados, y cabinas para tratamientos orientales, masajes faciales y corporales. Ojo a su Anti Voage Fatiga: un tratamiento de 90 minutos que recorre todo tu cuerpo y hasta el cabello, en el que se usan bolsas calientes y una mezcla de aceites perfecta para aliviar el estrés y el cansancio del cuerpo. El masaje perfecto para reponerse tras una larga jornada de esquí. Pero Caldea es mucho más que agua. Cuenta con dos restaurantes -Siam Shiki, basado en la cocina asiática, y Blu, con toques de la gastronomía francesa-. Y, en 2023, abrirá las puertas del primer hotel situado en sus imponentes instalaciones. Casi 45.000 metros cuadrados que vale mucho la pena conocer.

Situado en el sector de Grau Roig, es uno de nuestros favoritos para disfrutar de la cocina tradicional pirenaica. Tanto en su concurrida terraza exterior -perfecta para degustar unas ostras Amélie acompañadas de champagne-, como en su acogedor salón interior con su chimenea como clara protagonista, la propuesta de este restaurante de montaña es digna de los paladares más exigentes. Productos de alta gama como sus anchoas con pan con tomate o sus alcachofas al carbón para abrir boca; su arroz de montaña o el de bogavante gallego para compartir; y una selección de postres inspirados en la nieve y su entorno, con el sello del maestro pastelero Christian Escribà, cuarta generación de una familia de artesanos con una historia centenaria ligada a la pastelería.