Issey Miyake tras uno de sus desfiles en los años 80. / PIERRE GUILLAUD
El creador japonés fue pionero en expandir la idea de que la innovación de tejidos cambiaría la forma y el destino de entender el diseño
El pasado 5 de agosto falleció el diseñador Issey Miyake a los 84 años con la misma discreción con la que vivió. Por decisión propia no hubo funeral ni ningún homenaje a su memoria y pidió que la notica de su muerte no se hiciera pública hasta pasados al menos cinco días, para permitir a sus seres más allegados despedirse de él en la intimidad.
Pocos artistas en el mundo de la moda han cosechado tanto respeto, admiración y afecto como Issey Miyake. Ha sido un ser único que cambió la percepción social sobre la ropa y fue pionero en comprender, ya a principios de los años noventa del siglo pasado, que la próxima revolución del vestuario iba a residir en la innovación de los tejidos. Durante los últimos treinta años se volcó en la investigación en materiales ultrasofisticados, apoyado por avezados ingenieros textiles, con los que llegó a concebir una fibra de poliéster cuya huella de carbono es cero.
No se consideraba ni un diseñador de moda, ni un artista, y solía decir que su oficio consistía en estar "haciendo cosas". Precisamente ese fue el título de una exposición que le dedicó la Fundación Cartier en 1998, en París. Un evento en el que los vestidos se movían, se exponía una máquina de plisados y se explicaba cómo pintores que colaboraban asiduamente con él, intervenían en las telas aplicando su visión artística, cada uno a su manera y con diferentes técnicas. Porque Miyake siempre consideró su dedicación como un trabajo de equipo, y en esa ocasión que le brindó Cartier quiso compartir con el público cómo se fabricaba la ropa que se firmaba con su nombre.
Issey Miyake nació en Hiroshima en 1938. Cuando tenía siete años, él y su hermana vieron desde las colinas cómo una bomba atómica destruía la ciudad. Sus padres murieron víctimas de esa bomba, arrojada sobre la ciudad japonesa el 6 de agosto de 1945. Nunca quiso hablar de su infancia ni de cómo lograron salir adelante ambos hermanos. Siempre prefirió mirar hacia el futuro, y desarrollar su vida intentando crear belleza y alegría. Tim Blanks, que lo entrevistó en numerosas ocasiones, explica en The Business of Fashion: "En ese terrible momento, para Issey Miyake se fusionaron literalmente el pasado, el presente y el futuro. Y siendo muy joven se involucró emocionalmente en la recuperación de Japón".
Uno de los desfiles de Issey Miyake, en los que se presenta 'Pleats, Please'.
A diferencia de algunos de sus amigos y diseñadores contemporáneos, como Kenzo o Sonia Rykiel, que aprendieron a coser sobre la marcha, la formación de Miyake fue muy sólida. En 1964 se graduó en diseño gráfico en Japón, al año siguiente se instaló en París para estudiar alta costura en la Chambre Syndicale de la Couture, en 1966 trabajó con Guy Laroche, y luego con Hubert de Givenchy. Vivió mayo de 1968 en París, y aquel movimiento despertó en él un deseo de crear para un público universal. En 1969 se marchó a Nueva York, donde pasó seis meses trabajando con Geoffrey Beene en la Séptima Avenida antes de regresar a Tokio en 1970, donde estableció su estudio de diseño.
Tantas experiencias en diferentes culturas comenzaron a forjar su propio imaginario respecto al envoltorio del cuerpo, siempre pensando en el movimiento. De joven había fantaseado con la idea de ser bailarín y le encantaba practicar deporte, así que la comodidad, la flexibilidad, la libertad corporal fueron la base de su búsqueda. Y encontró su tejido ideal en el punto de poliéster, con la idea de poder vestir a gente de todas las tallas y edades.
Desde muy joven, Miyake admiró al artista, escenógrafo y diseñador de lámparas Isamu Noguchi –norteamericano de padre japonés–, cuya delicadeza y sentido de la diversión le influyeron profundamente. Y veneraba a la diseñadora francesa Madeleine Vionnet por el uso de cálculos geométricos para crear ropa a partir de una sola pieza de tela, casi sin costuras.
A partir de 1972 desfiló en París dos veces al año con enorme éxito. Ya estaba instalado Kenzo en la capital francesa, pero sus visiones de la moda y su forma de fusionar Oriente y Occidente resultaban completamente distintas. Kenzo era casi un parisino con raíces japonesas. Miyake, sin embargo, estaba creando un nuevo lenguaje de moda. Trabajaba en la idea de utilizar una sola pieza de tela —una idea a la que le llamó A Piece Of Cloth— para confeccionar una prenda y explorar la relación entre el cuerpo y el tejido, y el espacio de libertad que surge entre ambos.
A menudo se compara a Issey Miyake con Mariano Fortuny, el creador del vestido Delfos. Si bien es ciertamente rastreable su influencia, no sólo por el plisado que Fortuny hacía en tejidos naturales como la seda y el algodón japonés, también coinciden en la idea de una sola pieza, un tubo de tejido que cubre el cuerpo. Pero la diferencia entre ambos es al mismo tiempo enorme. Mariano Fortuny crea un ideal de belleza en que se sublima el cuerpo exponiéndolo y reivindicando la belleza del desnudo. Issey Miyake, por el contrario, crea con su tejido de poliéster y su plisado químico un espacio de confort entre el cuerpo y el vestido que protege a la mujer de la excesiva exposición, convirtiéndose en casi una armadura flexible y protectora.
Al cabo de poco tiempo desfilando en París, Miyake percibió la sensación de banalidad que le producía la obligación de presentar algo diferente cada temporada. Por eso nunca se consideró un diseñador de moda, prefería decir que hacía ropa y que ésta evolucionaba en una línea continua, sin rupturas que hicieran inútil el trabajo anterior.
En 1980 Grace Jones mostró una de las imágenes más fuertes de las creaciones de Miyake, un corsé tan elástico y dúctil que protegía el busto femenino al tiempo que se movía con él
En 1980 Grace Jones mostró en el desfile una de las imágenes más fuertes de las creaciones de Miyake, un corsé de plástico moldeado, tan elástico y dúctil que protegía el busto femenino al tiempo que se movía con él. El kimono y sobre todo la armadura del samurái fueron asimismo objeto de su investigación; construyó por ejemplo un célebre chaleco de anchísimos hombros, tan femenino como impactante, que parecía un caparazón formado por pequeños tubos flexibles de una belleza moderna, poética y al mismo tiempo respetuosa con la tradición. Hay que ser realmente genial para llegar a tan maravillosa abstracción.
A fines de la década de 1980, comenzó a experimentar con el poliéster termofijado buscando un nuevo nivel de función, movimiento y relación con el cuerpo. Con este sistema, las prendas se cortan y cosen primero, luego se plisan en una prensa térmica y los pliegues permanecen siempre inalterables y de fácil mantenimiento para el usuario. En una ocasión visitó a William Forsythe tras una representación y le propuso, con la humildad que le caracterizaba, enviarle piezas de ropa para que los bailarines ensayarán con ellas. Forsythe naturalmente aceptó. "Llegaron decenas de prendas en bolsas de basura, los bailarines ensayaron con ellas y le invitamos a presenciarlo". Después de estudiar cómo funcionaban durante los ensayos, perfeccionó su invento que le condujo a desarrollar su famosísima línea Pleats, Please de enorme éxito comercial por sus ajustados precios y resultados extraordinarios para viajar.
Tras su elegante forma de desaparecer, nos queda ya para siempre el recuerdo de sus desfiles, llenos de alegría, de color, de magia. Las sorprendentes prendas que se iban transformando sobre la pasarela y los vestidos que caían desde el cielo para vestir a las modelos que terminaban siempre bailando y celebrando la vida. Esa fue siempre la forma en que Miyake miró hacia el futuro, como un artista, un inventor, un poeta.
Quiénes somos Publicidad RSS Aviso legal Política de privacidad y cookies Preferencias de Privacidad Condiciones contratación
Otras webs de Prensa Ibérica Media:
Buscandorespuestas.com Cartoon Network Coche Ocasión CompraMejor Cuore Diario Córdoba Diari de Girona Diario de Mallorca Diario de Ibiza El Día de Tenerife Sport El Periódico de Aragón El Periódico de Catalunya El Periódico de Extremadura El Periódico Mediterráneo Faro de Vigo Neomotor Fórmula1 Guapísimas Iberempleos Información Información TV La Crónica de Badajoz La Nueva España La Opinión de A Coruña La Opinión de Málaga La Opinión de Murcia La Opinión El Correo de Zamora La Provincia Diario de Las Palmas Levante El Mercantil Valenciano Levante TV Empordà Lotería Navidad Mallorca Zeitung Neox Kidz Premios Goya Oscar 2022 Regió7 Stilo Superdeporte Medio ambiente Tendencias21 Tucasa Viajar Woman Cambalache Iberpisos