Proyecto Triskel basa su trabajo en la revalorización de desechos sólidos humanos y lleva un poco más de un año en actividad. La semana próxima será instalado en Pampa Linda el primer baño seco totalmente fabricado en Bariloche, el primer proyecto del equipo.

Todo esto surgió del proceso de investigación para una tesis final en la carrera de la ingeniera Antonella Zárate, cuya temática era, precisamente, los afluentes del refugio Jakob.

En su investigación, habló con Alejandro Gallay, técnico químico que trabajó muchos años en el montaje industrial, para mostrarle como solución los baños secos de origen europeo.

Gallay, en diálogo con El Cordillerano, comentó: “Es sabido que hay una gran contaminación en los refugios de montaña de la zona de Bariloche, una cosa era traer estos baños de Europa, que es algo muy costoso, y otra, fabricarlos en Bariloche”.

Resaltó: “Le dije que acá tenemos todo para hacerlo y que lo construiríamos junto con mi equipo. Colaboró también gente de Paraná y Santa Fe”. Es más, la meta que se propusieron no fue hacer algo similar, sino mejorarlo notablemente.

Esta clase de baños, cuyo funcionamiento fue explicando a lo largo de la entrevista, está basada en el tratamiento con lombrices. “Por un tema de bajas temperaturas se morirían, entonces diseñamos un cartucho, que es una especie de bolsa de dormir que las mantiene”. Este detalle fue un invento a nivel local y, en realidad, todo el baño tiene un revestimiento especial.

Ya está en proceso el registro y patentamiento, y el primero será donado al Parque Nacional Nahuel Huapi. “Hace un año ofrecimos uno de estos baños al Club Andino, era un modelo anterior donde se utilizaba agua y electricidad, pero me dijeron que el presupuesto era muy caro”.

Finalmente encontraron un lugar donde colocarlo ya modificado: “Hasta ahora nos dijeron que iría en Pampa Linda, pero tienen que confirmar en qué lugar exacto, creo que será en el camping Vuriloche”.

Esto sería ya la próxima semana. “Una vez colocado, comenzaremos con el trabajo de investigación sobre su funcionamiento y a ver si es necesario reemplazar alguna de las piezas”.

El mantenimiento cotidiano es muy simple, solo extraer con guantes la bolsa biodegradable con los sólidos y vaciarla en el cartucho”, aclaró.

Proyecto Triskel busca solucionar problemáticas ambientales encontrando un equilibrio entre sociedad y naturaleza usando la tecnología.

Uno de sus primeros objetivos es la problemática de los refugios de alta montaña vinculada a la contaminación por aguas negras, es decir, aguas provenientes de los inodoros tradicionales de arrastre hidráulico que contienen orina y heces humanas.

Esta no es la clase de baños que necesitan los espacios naturales protegidos y es por eso que llegan con una nueva propuesta. 

Innovan en el uso de baños en refugios de alta montaña con la implementación de Redesh Falcon, un prototipo que, sin cambiar el hábito del usuario, permite separar, de manera mecánica y eficaz, los desechos sólidos de los líquidos.

Llevan un año de trabajo interdisciplinario en el que han contado con el aporte de profesionales de distintas áreas y con el asesoramiento del Club Andino Bariloche sobre las necesidades de los espacios en alta montaña.

Es por eso que este primer prototipo fue donado para ser instalado en el Parque Nacional Nahuel Huapi. Luego continuarán con las investigaciones y con la evaluación del funcionamiento del baño y del proceso en los cartuchos que también instalarán.

La meta es ir reemplazando los baños de arrastre hidráulico (tradicionales) por una tecnología ecológica. Los tradicionales no son óptimos para los espacios de alta montaña por varios motivos, entre ellos, el volumen de efluentes producidos por una gran cantidad de personas que visitan estos espacios.

Mucho más teniendo en cuenta que el número de turistas crece año a año, por lo tanto el espacio y el tiempo que se precisa para el debido tratamiento de estos residuos, de estas aguas negras, es insuficiente. Hoy en día, existen alternativas para el tratamiento de estos residuos que son los denominados baños secos.

Se caracterizan por no utilizar agua y aprovechan las capacidades de la compostación y la disecación para degradar la materia fecal. Consisten en un recipiente destinado a recuperar las heces, que luego son cubiertas por aserrín, copos de madera o de algún otro tipo de materia orgánica seca. Una vez lleno el recipiente, su contenido debe ser vaciado en un lugar controlado para asegurar su tratamiento.

Además, acelera el tiempo de compostaje con un sistema que utiliza lombrices y se llama lombricompostaje. Esta clase de baños necesita solo una mínima modificación en la forma de utilizarlos, ya que, a diferencia de uno tradicional, en lugar de apretar un botón, deberán accionar un pedal que activa el sistema de separación.

El mismo desplaza los sólidos a un depósito para luego ser llevados a un cartucho, donde serán tratados mediante el lombricompostaje, y los líquidos son direccionados a un contenedor o terreno de infiltración. 

La idea en un futuro es continuar fabricándolos, pero ya para la venta. “El Club Andino nos dijo que se necesitarían para todos los Parques Nacionales del país, primero iremos viendo si el que vamos a instalar funciona correctamente o hace falta modificar algo más".

Esa es la meta que se ha propuesto este equipo barilochense: colaborar de una manera muy notable para bajar la contaminación que producen los baños tradicionales en la naturaleza.