Antes de empezar me gustaría destacar algo. En 2018 fui invitado a la presentación de la Frontier fabricada en Argentina, algo que siempre recordaré. En aquella presentación hable con varios representantes de Nissan y todos tenían muchas ganas: como dije en ese entonces, vinieron a poner fierros y dar mano de obra de calidad a nuestro país. Una gran apuesta a futuro con esperanzas de ampliar la alianza y fabricar muchas camionetas.

Bueno, “pasaron cosas”, no solo acá sino a nivel global. Desde que Nissan empezó a poner tornillos en Córdoba, tuvimos dos presidentes, cinco ministros de economía (creo), seis devaluaciones salvajes (si no me quedo corto) y varios de cambios de reglas Todo eso para los Argentinos es absolutamente normal y es igual para todas las terminales. Además, sumale una pandemia y ahora una guerra.

Pero además, el grupo tuvo “otras cosas” que pasaron, como cuando se reestructuró fuerte y cerró varias plantas en el mundo (ver nota), uno de sus socios se fue y los dejó de garpe (ver nota), el otro tardó el triple en pedirle la chata (ver nota) y cuando lo hizo la filial brasilera los sacó carpiendo (ver nota).

Pero, como si fuera poco, en una historia de película (literal), el CEO fue preso y se escapó para refugiarse en Líbano (ver nota), el que lo reemplazo también terminó encarcelado (ver nota) y desde el exilio, el primero, Ghosn, les tira piedras por todos lados (ver nota). Y para rematarla, como si ya no hubiese sido suficiente, el CEO de América, que no fue ni preso, ni acusado de nada, ahora vende “enchufes” para vehículos eléctricos. (ver nota).

Y, con todo este despiole Nissan sigue dando trabajo a los argentinos. Gracias muchachos por las pilas que le ponen.

Ahora, habiendo destacado esto, que no me pareció un tema menor, vamos a centrarnos en la chata. Tuve la suerte de probar todas las Frontier anteriores, desde la mexicana hasta la X Gear. Y siempre llegué a la misma conclusión: hacia casi todo bien pero no hacía nada extraordinario. Marqué cosas a mejorar y cosas a cambiar, y destaqué que había buena base.

El tema es que en el hiper competitivo segmento de las chatas medianas, si o si tenés que ofrecer algo extraordinario para estar arriba, como por ejemplo el V6 de Amarok, la seguridad y robustez de Ranger o la robustez y postventa de Hilux. Y Frontier carecía de ese “extraordinario”. Veamos entonces si esta actualización de mitad de ciclo nos da una buena sorpresa.

En Motor1 Argentina ya probamos la nueva Nissan Frontier Pro4X (10.8 millones de pesos, leer crítica). Y ahora pasamos una semana con la nueva Frontier Platinum (10.5 millones de pesos). La crítica completa se reproduce a continuación.

El diseño exterior cambio casi por completo y me parece espectacular, llama mucho la atención en la calle y es agradable de ver. La trompa quedó excelente con las ópticas de LED y la nueva parrilla, junto con los guardabarros “inflados” con el simple truco de poner ménsulas en la estructura de la trompa para no tocar sus interiores. La parrilla tiene un plástico rectangular para tapar el radar, que no trae.

En el lateral, la parte del habitáculo es igual y en esta versión Platinum me resulta rara la combinación de cromados y negros, yo haría o todo negro o todo plateado, pero son gustos. El estribo es bastante mejor que el viejo que no la pasaba bien con mis 94 kilos, aunque sigue siendo plano y juntará barro y arena. Las llantas nuevas son muy lindas.

Párrafo aparte para la cola que estrena portón (con barra que lo hace más liviano) y paragolpes con escalón, ¡sí, por fin!. La caja de carga es un poco más alta (que lo necesitaba). pero no más ancha ni larga, lo que la hace de las más ajustadas del segmento. La batea presenta tres cosas muy buenas. 1 los ganchos de amarre son mejores y ¡están abajo!, es decir que ahora sí son muy útiles para todo tipo de carga. 2 La caja tiene un divisor en el medio para que las cosas no se muevan, por ejemplo, las bolsas del super, una excelente idea, solo que el plástico es dudoso y está mal terminado al tacto. 3 Hay toma 12V.

Lo malo de la caja es que el protector de serie es de peor calidad que Amarok, Ranger, Hilux y S10, es decir sirve, pero no luce. Y tampoco tiene luz ni barra de serie.

De arriba mejoró muchísimo, pero la verdadera revolución es abajo. Como sabemos, este es el chasis de la Clase X recomiendo que lean la nota. Para no hacerlo largo se los resumo: luego de varios años está a la altura de las 2 bestias del segmento en este tema, Amarok y Ranger. Observándola por abajo noté el laburo que hicieron (y los $$$$ que pusieron). La chata tiene chasis de sobra y la mejora con respecto a la vieja es abismal. Ya sin tirarse al piso se notan mejoras, como los refuerzos que se ven a simple vista en el interior del guardabarro trasero.

Lo malo es que sigue sin gancho trasero de rescate, (adelante trae), pero lo que no admito de ninguna manera en una chata con chasis y reductora en un país con 70% de caminos sin asfalto, es que casi no tiene protecciones. El chapón solo cubre el cárter y deja el diferencial delantero descubierto, no tiene protección de reductora, ni de tanque y tampoco trae cortapiedras en los amortiguadores (ambos miran hacia adelante). Una pena que abajo esté tan pelada, si la usas en ripio constante la va a pasar mal.

¿Vieron que dije que la Frontier vieja no tenía nada extraordinario? Bueno ahora en este punto sí, el chasis está en el podio de los mejores del segmento.

Veredicto: Chasis extraordinario, styling espectacular. Caja de carga mejorada y paragolpes con escalón. Abajo casi totalmente pelada (una pena).

Luego de tantas emociones, la expectativa era grande. ¿Habrá mejorado la chata adentro tanto como lo hicieron abajo y afuera? Bueno, lamento decirles que no. El interior es 95% igual a la saliente. Si cambiaron el instrumental que me encantó, es el mejor del segmento, 4 agujas y una sola pantalla a color en el medio con la info. necesaria y no tonterías o “animaciones” al divino botón. La pantalla principal anda muy bien como siempre. El comando por vos es terrible así que ni intenté usarlo.

Agregaron un pulsador para el sistema de punto ciego y corrieron el de regeneración del DPF al medio de la consola. Delante de la palanca agregaron un botón en el medio del piano black para los modos de manejo. También cambiaron, por suerte, el volante que era muy feo y pusieron uno que es un poco más moderno.

El habitáculo cumple. La terminación es correcta. Mantiene lo divertido (techo y calientacolas) y no es malo para nada salvo por 2 cosas que me hacen enojar. Primero solo el conductor tiene one touch en los vidrios y las teclas del apoyabrazos no están iluminadas. Segundo, luego de 4 años el matafuegos sigue siendo un problema, ahora me tocó ¡pegado con velcro! en los pies del acompañante contra el túnel del cardán. Más allá de lo estético, ese elemento de seguridad puesto de esa manera se puede terminar convirtiendo en un objeto muy peligroso.

El espacio adelante es correcto, las butacas son cómodas, los tapizados son agradables pero el torpedo luce viejo y medio rustico, acá pierde con toda la competencia menos con la S10. Atrás es medio justa e incómoda, perdiendo con todas menos con la Hilux. La Nissan tiene desde siempre una característica que no me gusta, el piso esta alto y las rodillas siempre te quedan mirando para arriba y no para adelante.

La iluminación interior mejoró porque tiene LEDs pero no tiene luces de mood que son tan lindas de noche y quedan tan bien. Atrás tampoco rebate el respaldo, si levanta el asiento y abajo tiene dos pequeños porta cosas. Adelante no tiene manija en el parante para el conductor, justo la que más se usa.

Veredicto: Bueno. Mantuvo lo que te gustaba de tu Frontier pero solo cambió 2 teclas, cuadro de instrumentos y volante. Cumple pero va a tener que mejorar bastante.

Otra mejora bienvenida, en seguridad suma ADAS que andan bien, pero al no tener dirección eléctrica detecta que te vas de carril y no corrige. No tiene radar por lo que carece de crucero adaptativo que es “mágico” en situaciones como las de niebla en la ruta. Sumó airbags (6) ¡muy bien! pero nuevamente queda debajo de las lideres que tienen 7. Además, el sistema de alerta de proximidad anda muy bien y es útil. Faltan cosas para un tope de gama como sensores estacionamiento delantero, aunque sí trae cámara. Si bien mejoró ofrece menos que los demás por precio similar.

Una buena noticia es que ahora Nissan ofrece bloqueo de diferencial trasero, pero la mala es que solo en la versión Pro4X, una pena ya que todos sus rivales, menos S10, lo ofrecen en toda la gama 4x4, y Amarok hasta en las 4x2. Otra gran noticia es que trae cuatro discos de freno, bien Nissan ahí. Las luces son extraordinarias tanto delanteras como antinieblas y traseras, todas de LED.

Veredicto: Muy bueno, hay que seguir por este camino.

Acá, lamentablemente no hay novedades. Al mejorar tanto el chasis esperaba alguna emoción más, ya que hay base para 300 cv sin chistar. Bueno, la desazón es grande. El veterano 2.3 bi turbodiesel “pareado” con la caja AT 7 sigue siendo un motor confiable y progresivo, con consumos razonables y los mismos números de potencia y torque.

Al igual que antes, la respuesta es lánguida hasta las 2000 vueltas, recién tiene algo a las 2500 y si estas apurado todo es 3000 a 4400 rpm. Es tan progresivo que nunca sentís el “punch”. La comunicación de motor y caja sigue con el tema de tardar 1.5 segundos en “darse cuenta” de que pisaste a fondo y bajar cambios. Entendamos una cosa, el motor no tiene nada malo, cumple, el “problema” es que al ser tope de gama compite con el V6 de Amarok, bebé godzilla de Ranger y los bestiales 2.8 de Chevy y Toyota.

Los consumos son normales e iguales a antes 10.6 L/100 a 130 km/h y 11.5 L/100 en ciudad. A fondo no la probé, aunque debería estar limitada a 180 km/h.

Los 4 “drive modes” TOW (remolque), Standard, Sport y Off Road cambian los mapas del motor, pero la verdad es que no se nota mucho que digamos. En sport se mantiene con el cambio más bajo posible para que este merodeando las 3.000 vueltas, pero más allá de ese detalle, el motor sigue sin lograr emocionar.

Veredicto: Apenas bueno, ahora tiene chasis para un motor más poderoso y debería de aprovecharlo.

Al conocido sistema de suspensión trasera “multilink”, que no es independiente ya que tiene eje rígido como todas las pickups del segmento, se le cambiaron los 4 amortiguadores y los espirales traseros ahora son progresivos. Es decir, como el chasis es mejor, también mejoraron la calidad de las suspensiones, bienvenidos.

La Frontier siempre tuvo un buen “ride” con tendencia a ser blanda y cómoda, sin ser inestable en ruta, aunque las suspensiones no la pasaban bien cuando les dabas con ganas fuera de camino. Hoy mejoró el andar y es más suave que nunca.

Sin carga, con asfalto normal, o sea día a día de “personal use” la suspensiones delantera y trasera resuelven muy bien la alta frecuencia (las imperfecciones del asfalto en velocidad) y la chata dobla incluso mejor que antes. Si el asfalto está roto, no le va tan bien, la baja frecuencia (accidentes como pozos y lomos de burro) es donde hay que ir suave porque si pasas un poco rápido las suspensiones descuelgan y hacen tope.

Sin carga fuera de camino. La chata no está pensada para ser una “bestia absorbedora de golpes” como Hilux y Ranger, si bien resuelve hay que ir más despacio y con cuidado para no fondear la suspensión. Vas a poder entrar al campo si hay barro, vas a poder ir a los médanos y vas a poder andar por una montaña, la Frontier tiene capacidad para ello de sobra; pero lo vas a tener que hacer con mucho más cuidado que las otras 2, que son referentes en este aspecto.

En las anteriores Frontier con caja AT, cuando ponías la baja, D y mantenías el freno apretado, la chata vibraba tanto que era incomodo. Ahora eso despareció, muy bien Nissan. Ahora, solo deberían revisar la conexión/desconexión de la baja porque hace CLAC la reductora. No reviste ninguna gravedad, pero en las demás marcas no pasa.

Con carga. Como recordarán, este punto era crítico antes de esta actualización. Las Frontier andaban mal con carga, y no hablamos de 1500 kilos, sino de 500. Con todas las mejoras tenía esperanzas de un cambio en este aspecto, pero no ocurrió. Tiene chasis para tirarle 2 toneladas, pero las suspensiones no están preparadas para llevar kilos.

Con 1 tonelada en la caja, se agacha tanto que queda mirando al cielo, a tal punto que la dirección queda más liviana. A 50 km/h, (nadie corre con peso) un cambio de carril normal genera balanceos que asustarán a los inexpertos y llegan a activar el ESP si no sos extremadamente suave. Podemos decir que a esta tope de gama no le van a tirar 1000 kilos, pero con 500 kg pasa casi lo mismo, ejemplo, si llevas un cuatriciclo, valijas y demás a la costa.

La dirección es pesada y lenta. El problema no es que sea hidráulica, Amarok y Hilux tienen ese sistema, pero en ambos casos son mejores. A la hora de estacionar, S10 y Ranger sacan ventajas al poseer dirección eléctrica.

Veredicto: Extraordinaria vacía con asfalto bueno, bien con asfalto roto, bien fuera de camino. Mal en todos lados con carga.

La Frontier ahora tiene algo extraordinario: el chasis, que es todo en una chata, es la base para luego crear y jugar. Hacer un chasis es carísimo, lleva tiempo y desarrollo, pero cuando das en la tecla, bingo. Bueno, Nissan dio en la tecla. Ahora tienen una base que está a la altura de las dos bestias en este rubro, Amarok Y Ranger. Pero ahora pide a gritos más motor, más caballos y mejores suspensiones (sobre todo cuando está cargada).

La Frontier mejoró mucho la seguridad y el equipo, aunque no llega a ser referente en el segmento. También mejoró muchísimo el look exterior, me parece la más linda. Pero no mejoró adentro ni en “powertrain” que queda corto y con carga sigue pasándola mal.

Nissan viene bien, mejoró mucho, pero que no se duerman porque Toyota y Ford están cocinando sus nuevas chatas para dentro de poco y el salto que van a dar las medianas será bestial.

P.D.: ¿Saben que en USA un amigo tiene una Pro4x nuevita (que en realidad es una pick-up distinta desarrollada para ese mercado, ver nota) con un naftero de 300 cv que allá se vende? Digo, para recordarles.

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