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2022-06-24 18:30:50 By : Mr. Kyle Tao

¡Vacaciones sin pantallas! Los juegos tradicionales más divertidos para revivir con tus hijos

Vivimos en la era digital donde las nuevas tecnologías invaden nuestra vida para facilitarnos el día a día y traernos muchas cosas positivas, pero, en el caso de los niños, debemos tener cierto cuidado con cumplir las horas de exposición a pantallas, así como las recomendaciones de su utilización según la edad.

Hoy parece imposible estar un día sin móvil, tabletas, televisión, videojuegos, ordenadores… pero, ¡os vamos a proponer un reto!, ¿qué os parece si volvéis a revivir vuestra infancia enseñando a vuestros hijos los juegos más tradicionales a los que jugabais de niños? Con ellos podrán descubrir la esencia de cómo os divertíais de pequeños, les encantará revivir esos momentos con vosotros y, además, aprenderán a jugar y disfrutar alejados de las pantallas por unas horas. Juegos clásicos, con reglas sencillas y que no necesitan grandes cosas para llevarlos a cabo. ¿Te apuntas?

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Solo te hacen falta unas tizas de colores (y permiso para pintar en el suelo, claro) para crear la tan mítica cuadrícula de la Rayuela. Se dibuja un diagrama de 10 cuadrados y se rellenan del 1 al 10. El niño se debe colocar al principio de la primera caja, sin tocar las líneas y tirar una piedra al diagrama. El juego comienza cuando el niño debe llegar a coger la piedra saltando a la pata coja, ir pasando la piedra número a número, hasta el 10 y volver a la casilla de salida, sin caerse y sin que la piedra salga de los cuadrados. ¡Pon a prueba tu equilibrio y el de los peques de la casa! ¡Os encantará!

La gallinita ciega es uno de los juegos más tradicionales para jugar con tus peques. Se elige a suertes quién será la gallinita ciega para taparle con un pañuelo los ojos. Una vez elegido y con el pañuelo puesto se dice: “Gallinita ciega, que se te ha perdido una aguja y un dedal, date la vuelta y lo encontrarás”, dando vueltas a la gallinita sobre sí mismo. El juego se trata de que este encuentre y pille a alguno de los otros participantes sin ver absolutamente nada. ¡Es muy divertido!

Jugar a Polis y cacos o al tradicionalmente conocido como ‘pilla-pilla’, es lo más fácil del mundo. Solo hay que hacer dos equipos y echar a suertes quiénes son los Polis y quiénes los cacos. El juego se basa en que los primeros tienen que pillar a los segundos, con la particularidad de que cuando los cacos estén ‘alto’, es decir, sobre una escalera, un muro, un poyete… no podrán ser pillados. Se acaba cuando los polis consiguen pillar a todos los cacos, momento en el que se intercambiarán los papeles.

Para el juego del pañuelo se necesitan mínimo a 5 personas, pero ¡cuantos más seáis mejor! Se realizan dos grupos y habrá un ‘juez’ que será quién tenga el pañuelo en la mano y se coloque en medio de los dos equipos. Los componentes de cada equipo deberán colocarse en línea y cada uno de ellos se asignará uno o varios números del 1 al 10.

Cuando el ‘juez’ diga en voz alta un número al azar, la persona que lo tenga tiene que salir corriendo a por el pañuelo y quien lo coja antes, ¡debe volver a su posición inicial volando, para que no lo pille su contrincante! Si el que tiene el pañuelo es pillado antes de llegar a su posición, ¡pierde! Correrán, competirán de forma sana, se reirán y, sobre todo, se entretendrán un buen rato.

Saltar a la comba es uno de los juegos más tradicionales y más divertidos que existen y no te hace falta nada más que una soga. Al mismo tiempo que los peques se divierten estarán practicando ejercicio, manteniéndose activos y gastando energía para después descansar mucho mejor. Se puede jugar de forma individual o en grupo, ¡vosotros decidís!

El juego de las sillas es uno de los más divertidos porque además de jugar, implica poner música o cantar. Hacen falta varias personas para jugar y se basa en poner en círculo unas cuantas sillas, pero siempre menos de las personas que vayan a jugar. Es decir, si son 5 los jugadores, habrá que poner máximo 4 sillas en círculo. El ‘juez’ será quién se encargue también de la música (y esperará a otro turno para jugar e intercambiarse por uno de los compañeros).

El juego comienza cuando se pone la música (o se canta) y los jugadores dan vueltas alrededor de las sillas. En el instante en el que el encargado de la música la pare, cada jugador tiene que sentarse en la silla más cercana que encuentre, y quien se quede sin silla, ¡pierde! Eso sí, vale sentarse uno encima del otro, empujones divertidos, hacerse cosquillas para intentar sacar al contrincante de la silla… ¡Vosotros podéis hacer vuestras propias reglas del juego! Si hay dudas de quién tiene más parte del cuerpo en el asiento, el ‘juez’ y encargado de la música, será quien decida quién pierde.

Uno de los juegos más tradicionales por antonomasia. Es perfecto para jugar por ejemplo, en cumpleaños que se celebren al aire libre o para pasar un día divertido en familia. Simplemente tienes que conseguir unos sacos o bolsas de tamaño XXL para poder meterte dentro y hacer carreras. Un juego súper divertido, que si quieres hacerlo más divertido todavía, puedes complicarlo tapando los ojos a los corredores. ¿Te atreves?

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Y, ¡cómo no! No podíamos olvidarnos de uno de los clásicos en juegos de niños, ¡el escondite! Puedes jugar tanto en lugares cerrados como al aire libre y tú serás quién ponga las reglas cada vez que juegues, ¿preparados para vivir los mejores momentos de vuestra infancia?

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