En emergencias es tan importante la rapidez como la precisión de la respuesta. Más cuando se trata de un menor, están ausentes sus padres para comunicar al sanitario las peculiaridades del pequeño y se carece de una báscula.

En estas situaciones de gravedad, el profesional debe calcular aproximadamente  y con estimaciones visuales  el peso del niño, lo que puede ser “muy problemático” ya que es difícil saber “la dosis de los medicamentos o de los fluidos intravenosos o incluso qué talla de materiales que tenemos que utilizar en las emergencias pediátricas.  Todo ello depende del peso y el riesgo es muy elevado”, afirma Sendoa Ballesteros, enfermero y profesor de la Universidad del País Vasco.

Ballesteros forma parte del equipo de investigación de Enfermería Clínica y Salud Comunitaria de la Universidad de País Vasco, junto a Iraia Isasi, Elixabete Aramendi, Gorka Vallejo e Irrintzi Fernández, que ha diseñado una cinta métrica que permite evitar estos riesgos. La Bilbao-2019 establece unos parámetros para “no tener que tomar decisiones de manera subjetiva, sino de manera estandarizada”, explica el profesional.

Esta herramienta permite establecer unos parámetros de peso aproximados a partir de la estatura y complexión del paciente. Además, los organiza por colores, que se asocian a un código de clasificación de materiales de las bolsas de emergencia, con la que se puede acceder rápidamente a los medicamentos o instrumentos adecuados para el peso del paciente.

Estos sistemas de medición y de cintas ya existen en otros lugares del mundo, pero factores como la alimentación, el tipo de cultura o la etnia condicionan los tipos de cuerpos en el mundo de manera geográfica. Analizando diferentes técnicas sobre población española, el equipo de investigación se dio cuenta de que “ninguna funcionaba porque no se había hecho en España y no se podía adecuar a nuestro contexto”.

Sin embargo, la ‘Cinta Bilbao-2019 podría ser aplicable “al resto de países de la franja mediterránea, que presentan un contexto antropométrico o sociocultural similar al nuestro”, asegura Ballesteros. “En cualquier caso” añade, “si los parámetros no son del todo adecuados, se pueden adaptar, aplicando la herramienta de inteligencia artificial que hemos elaborado, utilizando una muestra de niños de ese país para rehacer los parámetros”.