Cada variedad de té tiene su tiempo óptimo de permanencia en el agua caliente para conseguir la infusión perfecta.

El té es una infusión digestiva y relajante. Es compañero de la sobremesa, el desayuno, la merienda y durante los tiempos de ocio. Tiene propiedades medicinales y la capacidad de combatir varios males si sabemos cuál consumir en cada momento. Una buena taza de té es sinónimo de remanso y de calidez.

Distintos países y culturas del mundo conmemoran al té, siendo esta, la infusión tomada más antigua en todo el planeta. Cada 21 de mayo se conmemora su día internacional, luego de que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobara la Resolución 74/241 el 19 de diciembre de 2019. La elección de la fecha está ligada a las épocas de cultivo de la planta en varias regiones de China, país que se asocia con el origen del té y el objetivo es el de incentivar su consumo, producción y aprovechamiento de sus beneficios.

Con el correr de los años el paladar de los consumidores de té, se fue perfeccionando y comenzaron a salir de las tradicionales opciones para adentrarse en un mundo de sabores y aromas que reconfortan el espíritu. En esta nota te contamos cuáles son los beneficios de esta popular infusión y las variedades más consumidas.

Si bien existen varias infusiones que brindan beneficios para la salud, existe mucha evidencia basada en estudios científicos, de que beber té regularmente puede tener un impacto duradero en el bienestar.

Según indica la Escuela Argentina de Té, esta infusión posee múltiples beneficios para la salud. Es antioxidantes. Gracias a sus propiedades, los antioxidantes retrasan el proceso de envejecimiento. Protegen las células y tejidos frente a los radicales libres. Preservan al sistema inmunológico ya que posee alta cantidad de flavonoides y vitamina H que nos ayuda a que las defensas del cuerpo funcionen y de la misma manera, eluden el daño celular.

Reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, puesto que previene la coagulación en la sangre que es una de las causas de accidentes vasculares y ataques al corazón. Aunque no hay una evidencia científica, se ha demostrado que existe una relación entre el consumo de té y la disminución de aparición de estas enfermedades.

Ataca la anemia, ya que es uno de esos alimentos incluidos en la lista para paliar el déficit de hierro. Aporta hidratación, para que nuestro cuerpo funcione correctamente. Además, es una forma distinta de tomar los 2 litros de agua recomendados al día. Es un diurético natural que nos ayuda a la hora de eliminar toxinas de nuestro cuerpo.

Existen muchas opciones a la hora de elegir un té. El té rojo se va abriendo camino y poco a poco obtiene más adeptos. Es antioxidante y disminuye los niveles de colesterol. Lo podemos encontrar como té rojo o Pu erh (porque procede de la región Pu'er de Yunnan - China). Tiene un sabor agradable y aporta múltiples beneficios para nuestro organismo.

El té blanco, es conocido por tener un sabor delicado. Proviene de la planta Camellia sinensis que es originaria de China e India y es la variedad de té menos procesada. Esta variedad también se caracteriza por ofrecer la menor cantidad de cafeína.

Los tés de hierbas, contienen una mezcla de hierbas, especias, frutas u otras plantas además de las hojas de té. Los tés de hierbas no contienen cafeína, por lo que son conocidos por sus propiedades calmantes. Algunos de ellos son: de manzanilla, menta, jengibre, anís, poleo, entre otros.

El té negro sigue siendo un clásico en la mesa de los argentinos. Está hecho de las hojas de la planta Camellia sinensis, la misma planta que se usa para hacer té verde. Sin embargo, las hojas se secan y fermentan, lo que le da al té negro un color más oscuro y un sabor más rico. A diferencia de los otros, sus beneficios no se alcanzan sólo bebiéndolo, también se puede hervir, enfriar y luego aplicar con una gasa sobre raspaduras y hematomas para aliviar el dolor y reducir la hinchazón.

El té verde es alto en flavonoides que ayudan a mejorar la salud del corazón al reducir el colesterol malo y la coagulación de la sangre. En los últimos años, el matcha, una forma de té verde, ganó adeptos y se volvió más popular su consumo.

El té azul está de moda y también es conocido como oolong. Podemos decir que se trata de un té a medio camino entre el té verde y el té rojo, debido a su proceso de semi-fermentación.

Cuánto tiempo debe infusionarse cada variedad de té

Cada variedad de té tiene su tiempo óptimo de permanencia en el agua caliente para conseguir la infusión perfecta. Al sumergirlo en agua, cada variedad libera un contenido diferente de teína, el equivalente de la cafeína, así como una astringencia y amargor, según el tiempo que lo dejemos en infusión. Si nos quedamos cortos, nos perderemos parte de su sabor y sus cualidades; si nos pasamos tal vez lo estropeemos.

Los tiempos estimados para sumergir el té con el agua caliente, son los siguientes: Té blanco entre 3 y 5 minutos, té verde entre 2 y 3 minutos, té negro entre 3 y 5 minutos, el té rojo y el azul entre 1 y 3 minutos. Hay que tener en cuenta que no todos los tipos de té necesitan reposar el mismo tiempo, y que la composición de la mezcla resultante va a variar en función de cuántos segundos o minutos dejes la bolsa en el agua.

Té en hebras vs. Té en saquito

El té en hebras, atraviesa un proceso productivo más artesanal, en donde normalmente se recoge y se enrolla la hoja a mano. En cambio, el té en bolsitas se recolecta con máquinas que cortan la planta entera y la trituran, haciendo más fácil su inserción en la bolsa de té.

La calidad del té y la intensidad de su sabor es la principal diferencia entre ambos formatos. El té en hebras posee aromas y sabores complejos, debido al proceso artesanal al que se somete, mientras que el aroma y sabor del té en bolsitas es más fuerte y en muchos casos, amargo.

Habiendo ahora reforzado todos los beneficios de esta bebida, elegí tu preferido y tal como lo anunciaba una popular publicidad de esta infusión, tomate 5 minutos y tomate un té.

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