La ONU avisa: «El plástico, que ya ha atragantado nuestros océanos, terminará por asfixiarnos a todos si no actuamos rápidamente». Poco a poco las tiendas que ofrecen productos de limpieza e higiene a granel se van abriendo paso en el camino hacia la reducción de plástico. A Madrid acaban de llegar las primeras máquinas expendedoras de este tipo de productos para que puedas rellenar tus botes cuando quieras
En el madrileño Mercado de Barceló hay tres puestos seguidos de productos a granel. Uno ofrece alimentación ecológica: arroces, cereales, especias, legumbres, etc. El siguiente café y el último productos de limpieza, higiene y cosmética. Cada vez estamos más acostumbrados a ver tiendas como las dos primeras: las de alimentos; sin embargo no es tan frecuente encontrar comercios de productos de limpieza e higiene a granel, aunque poco a poco se van abriendo camino en tiendas físicas y online. Mientras paseo por el mercado llega una mujer de mediana edad a Bee Bio, la tienda de limpieza e higiene. Saca seis botes: detergente, friegaplatos, etc. La dependienta los coge de uno en uno y los rellena con el producto correspondiente. Luego los pesa y cobra a la compradora. Mientras ella recoge su compra en la bolsa que ha traído de casa, espera en la fila un hombre algo más joven que saca de su mochila un bote de limpiacristales vacío.
A unos veinte minutos caminando nos encontramos con Zero Waste Mad, un pequeño supermercado a granel que aúna productos de alimentación y de limpieza e higiene. Y a solo quince minutos desde allí aparece Begranel, una tienda a granel especializada en higiene y cuidado personal.
La cuestión no está solo en comprar a granel, sino en llevar tu propio táper, bolsa o bote para llenarlo con el producto que compres
Realmente llevamos comprando a granel toda la vida: en la frutería, carnicería, pescadería. La cuestión no está solo en comprar a granel, sino en llevar tu propio táper, bolsa o bote para llenarlo con el producto que compres. De poco sirve salir de casa con un carro de la compra si luego lo llenamos de plásticos; porque ahí radica uno de los objetivos principales de los comercios a granel: reducir el consumo de plástico.
La ONU es rotunda: «El plástico, que ya ha atragantado nuestros océanos, terminará por asfixiarnos a todos si no actuamos rápidamente». El organismo internacional acaba de publicar el informe De la contaminación a la solución: una evaluación global de la basura marina y la contaminación por plásticos , que afirma que la contaminación causada por el plástico en los ecosistemas acuáticos ha crecido con consecuencias para la salud, la economía, la biodiversidad y el clima.
La ONU habla de crisis mundial y urge a reducir la producción mundial de plástico y de residuos de este tipo. Aproximadamente 7.000 millones de las 9.200 millones de toneladas de producción acumulada de plástico entre 1950 y 2017 se convirtieron en residuos, de los cuales tres cuartas partes fueron desechados y depositados en vertederos, se convirtieron en residuos incontrolados y mal gestionados o fueron vertidos en el medio ambiente –mar incluido–, denuncia el informe.
«El plástico es ingerido a través de productos del mar, bebidas e incluso la sal común, pero también penetra en la piel y puede ser inhalado cuando está suspendido en el aire»
A nivel climático, en 2015 la fabricación de plástico supuso la producción de 1,7 gigatoneladas de CO2 y se calcula que para 2050 esta cifra pase a ser de 6,5 gigatoneladas. Por otro lado, el plástico representa el 85% de los residuos que llegan al mar y se espera que en 2040 el volumen se triplique, lo que supondrá una cantidad anual de entre 23 y 37 millones de toneladas. La ONU sigue: «El cuerpo humano también es vulnerable, el plástico es ingerido a través de productos del mar, bebidas e incluso la sal común, pero también penetra en la piel y puede ser inhalado cuando está suspendido en el aire –microplásticos–». El informe dice que este tipo de contaminación puede producir cambios hormonales, trastornos del desarrollo, anomalías reproductivas y cáncer.
Begranel es una tienda online con sede en Avenida Filipinas 4, aunque allí hay algo más que la oficina de esta empresa, hay dos máquinas expendedoras de productos de limpieza e higiene a granel. «Nadie tiene máquina expendedora en España, somos las primeras», cuenta Joanna, creadora de Begranel junto a su amiga Tita. Las dos llevan tres años intentando reducir el consumo de plástico y entonces era complicado encontrar productos de higiene y limpieza a granel, por lo que se plantearon crear el recién nacido Begranel. Ellas sabían que existían máquinas expendedoras en Canadá, Estados Unidos o Colombia y quisieron que hubiera también en España. «Con las máquinas lo que queremos es acercarlo a la gente, que les sea más fácil comprar estos productos a granel cuando ellos quieran. Nosotras tenemos niños las dos, sabemos lo que es una vida complicada –explica Tita sonriendo– y queríamos un sistema que te facilitara la vida». Son muy conscientes, como explica Joanna, de que lo más cómodo es ir al supermercado y comprarlo allí todo, por eso tratan de facilitar el proceso.
Así pues, ellas tienen dos máquinas pero su deseo es instalar más en lugares como residencias de estudiantes, urbanizaciones de vecinos, cámpines, etc. Tita está negociando con su comunidad de casi trescientos vecinos para instalar una máquina, que además consume poca luz, apunta. Para ellas es importante que haya máquinas repartidas por distintos lugares no solo por el negocio y porque de verdad creen que a las personas hay que acercarles las cosas. Si no, parece que hasta que no te prohíben o te obligan, como pasa con las bolsas en el supermercado que te las cobran, no te das cuenta, se queja Tita. Desde que cambió la política de las bolsas en supermercados mucha gente se ha acostumbrado a ir con sus propias bolsas, pero como esto no sucede todavía en el terreno de higiene y limpieza, el siguiente paso es acostumbrarse a no tirar los botes de estos productos y reutilizarlos.
Quien quiera probar sus máquinas puede acercarse a su sede madrileña; una de ellas tiene champú, gel, detergente y suavizante; y la otra multiusos, desinfectante, friegasuelos y lavavajillas. Cuando llegas a la máquina, seleccionas el producto que quieres, la cantidad de dicho producto, pagas, y colocas tu envase debajo del producto correspondiente para rellenarlo. Es el mismo sistema que tienen cadenas de hamburgueserías como Burger King, donde vas con tu vaso a la máquina y lo colocas debajo de la bebida que quieres servirte.
Curiosamente la oficina de Begranel está llena de plásticos. Hay cinco bidones de 200 litros cada uno junto a varios de 20. «Tenemos que tenerlos en plástico por las composiciones de los productos», explica Tita. El plástico en sí no es malo, es el uso que le damos y dónde acaba ese plástico que usamos. La idea es evitar el plástico de un solo uso y rellenar el que tenemos hasta el infinito, explica Joanna.
Les ha costado encontrar productos españoles que ellas también pudieran rellenar, de ahí la presencia de tanto bidón de plástico en la oficina. No pararon hasta encontrar unos proveedores que se comprometieron a que cuando se terminen sus bidones de 200 litros, puedan rellenarlos y no comprar nuevos. «Nos dimos cuenta de que nosotras queríamos comprar también a granel y resulta que nos vendían todo en garrafas de 20 litros que luego no nos dejaban rellenar, así que estábamos otra vez en las mismas en cuanto a consumo de plástico», cuenta Tita.
El informe de la ONU rechaza que el reciclaje sea una salida a esta crisis y advierte sobre alternativas dañinas a los productos de un solo uso como los plásticos de base biológica o biodegradable que «actualmente representan una amenaza química similar a los plásticos convencionales». En cuanto al reciclaje de plástico, la tasa actual es inferior al 10% y en cuanto a plásticos biodegradables y de carácter biológico, cuando estos no están bien controlados pueden persistir muchos años en entornos marinos sin ningún signo de biodegradación.
«Hay que facilitarle a la gente otra forma de consumir. Estamos volviendo al pasado, sirviéndonos de la tecnología de hoy»
Begranel es también una tienda a granel online. En la tienda tienen más productos que en las máquinas. Los productos de limpieza son biodegradables y también hay cosmética natural, sin químicos. Los productos se envían a destino en un servicio de mensajería sostenible –en bicicleta– y en el primer envío se incluyen todos los envases que se hayan comprado, pero en los siguientes pedidos recogerán los envases utilizados con anterioridad para lavarlos y volverlos a utilizar.
Tanto la tienda como las máquinas llevan poco tiempo en marcha, de momento la cosa va lenta, reconocen, aunque son optimistas, el granel empezó con la alimentación y este es el siguiente paso, afirman. Creen que cada vez hay más gente concienciada en la reducción del consumo de plástico, aunque todavía cuesta. No son las únicas en esta lucha, la web Tiendas a granel recoge las tiendas de estas características que hay en distintos lugares de España. También hay aplicaciones para móviles que te muestran las tiendas que hay cerca de donde te encuentras.
«Hay que facilitarle a la gente otra forma de consumir porque es el futuro. Estamos volviendo al pasado, sirviéndonos de la tecnología de hoy, para tener un futuro mejor. Intentamos dejar un mundo mejor a los que vienen», defiende Joanna. Y como apunta Tita, va más allá de salvar el planeta. «Ten en cuenta que el envase de los cosméticos es muy nocivo, pero no es solo eso, es la química que tienen estos productos que compras en el supermercado. Así que estos productos son buenos para ti y para el planeta. Lo que pasa es que no somos conscientes de la magnitud del problema porque cuando lo eres, ya no vuelves a comprar así».
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